Hace unos meses el profesor Valentín Molina de la Universidad de Granada, una de las personas más comprometidas que he podido conocer y todo un referente en el trabajo desinteresado y altruista a favor de la mejora de vida de las personas en riesgo de vulnerabilidad social, principalmente por discapacidad intelectual, me propuso reunirnos con representantes del Grupo de entidades Sociales CECAP, y posteriormente, con representantes de ASPROGRADES y la Fundación Purísima Concepción, para estudiar como el Centro de Referencia Nacional de Artesanía podía contribuir a la mejora de la empleabilidad de este colectivo.
Lo que el profesor Molina desconocía por entonces es que uno de los objetivos prioritarios de este tipo de centros como el nuestro es el desarrollo de acciones encaminadas a la integración de colectivos en situación de riesgo de exclusión o de vulnerabilidad social, sea por motivos económicos, físicos, intelectuales o de otra índole, facilitándoles el acceso a la formación en el ámbito laboral para mejorar su acceso al empleo. No olvidemos, además, que es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, declaración que concluye que es fundamental «una inclusión plena y eficaz de las personas con discapacidad».
Así es como nace el Programa de Formación Dual en Artesanía Inclusiva financiado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y organizado por el CRN de Artesanía conjuntamente con dichas entidades sociales. Un proyecto que busca empoderar a personas con estas características a través de la formación profesional y el empleo. Partiendo de la premisa de la falta de titulación de estas personas, nos planteamos que debíamos trabajar en diferentes líneas, por un lado la orientación profesional, por otro la formación profesional para el empleo, partiendo de niveles 1 para seguir avanzando hacia niveles 2 si fuese posible en siguientes ediciones, y por último, facilitar el acceso al mundo laboral a través de la realización de prácticas profesionales en entornos reales. El futuro nos dirá si conseguimos coronar este proyecto con iniciativas emprendedoras, ya veremos.
Se trata, por tanto, de una acción innovadora de inclusión laboral que permite obtener una titulación de FPE y una oportunidad de empleabilidad a personas que, de otra forma, no habrían tenido acceso. Este tipo de iniciativas permiten, además, su empoderamiento social y laboral, y los hace partícipes de un mercado de trabajo cada vez más heterogéneo y diverso. Hacerlo a través de una disciplina artesana de carácter manual facilita, no cabe duda, todo este proceso. Además, se trata de un entorno de trabajo que les resulta familiar a priori porque provienen de centros especiales de empleo, o de centros y talleres ocupacionales donde realizan muchas tareas manuales en instalaciones similares a las nuestras.
Y ¿por qué surge ahora hablar de este proyecto? La razón no es otra que esta semana ha comenzado en nuestras instalaciones la impartición del Certificado de Profesionalidad ARTN0110 “Reproducción de moldes y piezas cerámicas artesanales” para 15 participantes de este colectivo, y no puedo sentirme más feliz de pensar que iniciamos un camino sin retorno que nos permitirá ayudar a muchas personas a través de la artesanía en su desarrollo personal y profesional por vías que antes les estaba vetadas.
Si tienes interés en saber más sobre el proyecto, picha aquí
Sin duda, esto es solo el comienzo. Larga vida a la artesanía inclusiva.