Cuando hablamos de marca nos referimos a todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en el mercado los productos o servicios de una empresa de los de otras. Si además nos centramos en el sector de la artesanía, además de dicha representación, otra serie de elementos inciden directamente en las señas de identidad del producto como son la forma de utilizar los materiales, la forma de elaborar los productos acabados o el propio estilo artesanal. “En la artesanía la marca funciona más como identificador de los atributos de la empresa artesana como garantía de calidad que como ostentación o símbolo social” (Gloria Bonet, Firmas de Lujo, 2011). Por consiguiente la marca artesana va más allá de su simbología física para convertirse en protagonista activa en la comunicación con los clientes. Se transforma en la imagen que tenemos del profesional a través de sus obras. La marca, en definitiva, es un identificador de la imagen que se desea transmitir sea del artesano sea de su producto.
Pero aun teniendo una marca bien definida es necesario establecer canales que permitan darla a conocer, nuestros productos no se venden solos hay que darles un empujón. Aquí es donde entra el marketing, que no es otra cosa que el conjunto de principios y prácticas con las que se persigue aumentar la demanda de un producto. A través de una serie de acciones hay que posicionar la marca en el mercado, hacerla atractiva y atraer a los clientes potenciales. Publicidad, exposiciones, branding, etc. son algunas de las fórmulas que podemos utilizar para conseguirlo.
Las marcas de lujo en la artesanía han sabido adaptarse muy bien en los últimos tiempos a las necesidades de su público. Pero… ¿es viable para el pequeño taller la realización de acciones de marketing para aumentar sus ventas? Sin duda, tanto si decide poner en marcha actuaciones que utilicen métodos tradicionales como si lo hace a través de actividades online, el artesano puede multiplicar el impacto de sus productos en los consumidores potenciales de forma que si estos van al territorio tengan necesidad de conocer in situ sus productos y visitar el taller o se interesen por algún artículo en su tienda virtual, si llegan a través de internet. El marketing es el medio no el fin. El objetivo final incrementar las ventas.