Ayer publicaba el diario El Mundo, que “la crisis se lleva por delante a 134.000 constructoras desde 2008”. Según este periódico, “la crisis inmobiliaria y de crédito se ha llevado por delante desde 2008 al 23,7% de las empresas dedicadas a la construcción de edificios y un 20,8% el número de sociedades dedicadas a la construcción especializada”. Con estos datos mortíferos sobre uno de los pilares básicos de nuestra economía la recualificación de los trabajadores del sector es la única válvula de escape posible para volver a encontrar un empleo. De hecho, muchos activos lo habrán hecho ya. No obstante, si nos paramos a analizar las estadísticas del desempleo vemos que todavía queda una bolsa muy elevada de personas sin trabajo.
Es evidente que ya no volverán los tiempos donde el ladrillo era la panacea y además nos vamos a encontrar con muchos inmuebles que, por las prisas, no se han construido con toda la calidad deseable. Si a esto le unimos el deterioro en el parque inmobiliario de los años 60 y 70, van a ser muchas las viviendas en nuestro país que en un plazo no demasiado largo van a necesitar rehabilitación. En consecuencia, muchas de las empresas que quedan activas tendrán que centrar sus esfuerzos en ofrecer servicios de mejora para viviendas ya construidas, tanto para reformas que las adapten a las necesidades de habitabilidad actuales como a la mejora de la eficiencia energética de las mismas.
Pero por otro lado, hay una nueva línea constructiva relacionada con la albañilería tradicional y la decoración que todavía no está demasiado explotada en nuestro país al contrario de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, como Italia, y que puede ser generadora de empleo. Esta nueva vía de mercado, más relacionada con el saber hacer ancestral, el retorno de materiales tradicionales y ecológicos, y su fusión con nuevos materiales de diseño va a permitir avanzar hacia un nuevo modelo constructivo más moderno que empieza a ser demandado por cadenas hoteleras, complejos turísticos, grandes superficies o empresas decoradoras… un modelo donde se mezclan revestimientos artesanales con materiales novedosos en cuanto a su utilización arquitectónica. Quizás habría que estudiar esta nueva línea como salida profesional para personas de un oficio tan antiguo como el de la albañilería que hoy difícilmente encuentran el final del túnel en el que se encuentra su sector productivo.